sábado, 13 de agosto de 2011

Palabras...

Como flores hermosas, con color, pero sin aroma, son las dulces palabras
para el que no obra de acuerdo con ellas.
 
La palabra más soez y la carta más grosera son mejores, son más educadas que el silencio.
 
Con buenas palabras se puede negociar, pero para engrandecerse se requieren buenas obras.
 
Las palabras son como monedas, que una vale por muchas como muchas no valen por una.
 
Muchas veces las palabras que tendríamos que haber dicho no se presentan ante nuestro espíritu hasta que ya es demasiado tarde
 
Las palabras elegantes no son sinceras; las palabras sinceras no son elegantes.
 
La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha.
 
Es posible conseguir algo luego de tres horas de pelea, pero es seguro que se podrá conseguir con apenas tres palabras impregnadas de afecto.
 
 
 
 

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